En algún lugar de Monclova, Coahuila, se ubica la Academia Ecuestre Las Moras. Un recinto donde Myriam Flores -una leyenda del rodeo femenino- comparte sus habilidades, talento y conocimientos, con generaciones de valientes y poderosas aprendices.
Ahí, en donde el característico sol de la ciudad del acero pega con fuerza en el suelo de las dos arenas que la componen, la campeona que presume una prolífica carrera de tres décadas, nos recibió cálidamente con los brazos abiertos.
TE PUEDE INTERESAR: Ganadería Cimarrón: legado y liderazgo femenino
Y es que, en una época en la que conmemoramos la labor incansable de las mujeres, su lucha histórica y sus esenciales aportaciones a la sociedad, el no trasladarlo al mundo del rodeo y la vida vaquera, habría sido un grave error.
La mejor manera que encontramos para hacerlo, fue hablando con una de las personalidades más importantes de carrera de barriles en el país. La mujer que trajo a la National Barrel Horse Association (NBHA) a las tierras aztecas con la única intención de transformar la competición y guiarla por un camino equitativo, fiel y transparente.

Con una sonrisa enorme que resalta la pasión en sus ojos, Myriam contó historia tras historia al mismo tiempo en el que nos presentó personalmente a las 15 yeguas dentro de las caballerizas, y nos dio un recorrido por cada rincón de Las Moras. Todo esto en compañía de sus fieles compañeros: Tsually y Runga, un perrito border collie y una chihuahua.
EL INICIO DE UNA PROLÍFICA TRAYECTORIA
Después de ver a la amazona en acción dibujando tréboles en la arena, un “spot” con decenas de hebillas como escenario nos esperaba dentro del camper que despedía un olor delicioso, proveniente de los guisos que nos engulliríamos más tarde como cortesía de la casa.
Ahí la plática siguió fluyendo; frente a frente y ahora sí, respondiendo preguntas puntuales pero cargadas de anécdotas, emociones, recuerdos y, por supuesto, amor por los caballos y el deporte.

”Hola, me llamo Myriam Flores. Compito en carrera de barriles desde 1995 y actualmente me dedico a dar clases de montar y entrenar caballos, tengo una academia ecuestre y aquí estamos a la orden”, comenzó.
Myriam, quien montó desde niña, no dudó en recordar cómo “ponía lata que quería un caballo”, hasta que se le hizo. Sus primeros aprendizajes la llevaron a competir en la escaramuza charra.
Aunque nunca pensó que dejaría la charrería, la carrera de barriles simplemente le robó el corazón y se convirtió en lo que ya conocemos al día de hoy: una vasta trayectoria que en su camino dejó importantes frutos y cimientos en pro del deporte.

Fue entonces cuando se encendió la chispa que eventualmente se convirtió en toda una flama que la llevaría a conquistar campeonatos con huellas imborrables. Su primera hebilla la ganó en Expo Gan de Chihuahua, en 1996, lo que considera un hito inesperado y uno de sus mejores recuerdos.
”Solo iba con la emoción de competir sin hacer el ridículo y resultó que gané. Fue una experiencia inolvidable”, confiesa.

Su habilidad y categoría para trabajar en lo suyo la ha llevado a recorrer grandes lugares del mundo (entre los que destacan China, Panamá, Estados Unidos y Brasil), y no solo eso, sino ser campeona del mundo (2014).
De estas experiencias tuvo la certeza inamovible de lo que quería lograr: que el barrel racing en México creciera.
LA MUJER QUE PUSO A MÉXICO EN LA ESCENA INTERNACIONAL
En un país donde el rodeo y las competencias ecuestres parecían ser exclusivas para ciertos sectores, Myriam decidió abrir el camino para traer a la NBHA, y con ello crear oportunidades para nuevas generaciones de jinetes.
Cuando Flores empezó, el rodeo en México era limitado y no existían las competencias que hoy permiten a los jinetes foguearse antes de eventos grandes.

”Recuerdo viajar a Estados Unidos y sorprenderme con la organización de sus rodeos. Allá había barrileadas con más de 100 competidores, mientras que en México no se veía eso”, explica.
Y justo en el país de las barras y las estrellas entró la “espinita” de evolucionar a la disciplina en sus tierras. “Yo decía ‘quiero tener eso en México’”.
Tiempo más adelante contactó a la gente de la NBHA, específicamente a Rick Sykes, uno de los fundadores en EU.
Sin embargo, Panamá jugó el papel realmente importante, pues fue en ese país donde se tomó la decisión de arriesgarse con todo. La doctora Mirella, la primera en tener NBHA fuera de Estados Unidos, orientó a Myriam sobre todo lo que había que hacer.

”Nos tomó mucho tiempo en dar a conocer el formato, en que la gente lo entendiera, lo aceptara, lo asimilara, no fue nada fácil, y ya después pues todo el mundo lo empezó a utilizar”, recordó.
El impacto ha sido evidente: “hoy veo barrileadas por todo el país y me emociona saber que, de alguna manera, fuimos parte de eso”.
Además, el crecimiento del rodeo femenino ha sido significativo: “la carrera de barriles en México es mayoritariamente femenina, lo cual es hermoso, pero también necesitamos abrir la mente a que los hombres también pueden competir. En otros países hay cientos de competidores varones, mientras que aquí todavía hay quienes se niegan”.

Cabe mencionar que en la Federación Mexicana de Rodeo, la carrera de barriles está catalogada como disciplina femenina, al igual que la carrera entre polos.
ACADEMIA ECUESTRE LAS MORAS
Hoy, al verla en su academia ecuestre entrenando a jóvenes promesas, es evidente que su legado no solo se mide en trofeos -que sí, son alrededor de 50-, sino en cada amazona que aprende a cabalgar con confianza, a vencer sus miedos y llegar tan lejos como puedan.
”Yo creo que si pones buenas bases, ya tienes la mitad del camino recorrido”, dice mientras piensa en sus alumnas, “muchas de ellas niñas de ciudad que nunca habían montado un caballo antes de llegar ahí, pero que ya están compitiendo”.

En Moras, no se trata solo de montar. Las más de 20 niñas y jóvenes que entrenan aquí aprenden desde lo más básico: ensillar, desensillar, limpiar cascos, conocer la alimentación y el cuidado de los caballos. Pero el aprendizaje va más allá de la técnica. La relación que Myriam ha construido con sus alumnas es profunda: “se vuelven como mis hijas”, confiesa.
El barrel racing es más que velocidad y destreza; es un deporte de resistencia mental, de valentía y de conexión con el caballo. Y aquí, en esta academia, se construyen no solo atletas, sino jinetes con carácter.

”He aprendido a no apegarme tanto”, dice con una sonrisa nostálgica, “pero cuando se van, sí lo sufro y es una lloradera”. Aun así, sigue adelante, con la certeza de que cada alumna que pasa por Moras lleva consigo no solo el conocimiento técnico, sino el amor y respeto por este deporte, además de la seguridad que les brinda quien ha pasado toda una vida en las arenas.
MUNDIAL JUVENIL 2025
Con el mundial juvenil programado para este año en México, Myriam sigue comprometida con el desarrollo del deporte.
”Tuvimos el mundial en el 2015 en Guadalajara. Fue mucho trabajo, mucho trabajo, pero fue algo súper bonito. Sí, la gente internacional sigue diciendo que a la fecha es el mejor mundial al que han ido, les gustó mucho”, comparte.
TE PUEDE INTERESAR: Talento mexicano en la moda del rodeo, de la mano de Karla Bañuelas
Y ya con un tono de confianza un poco más visible y su sentido del humor, continuó: “les gustó mucho como los tratábamos, todo, pero la verdad que yo quedé supercansada y como que dije ‘no vuelvo, no vuelvo hasta que se me olvide’, pero ya se olvidó, entonces ya lo volví a pedir”.
Pese a que no se decide si la sede será Nuevo León o Coahuila, es un hecho que en agosto del año en curso el mundial juvenil se llevará a cabo en México. Un logro más que agregar a la trayectoria.

GALOPAN HACIA SUS SUEÑOS
A sus más de 30 años en el mundo ecuestre, Myriam Flores, se consolida como la mujer que abrió camino en el barrel racing en el país. Y la mejor parte es que, gracias a su trabajo, muchas más mujeres seguirán galopando hacia sus sueños.
Su legado está vivo en cada joven jinete que sueña con conquistar los barriles y en cada competencia que hoy, gracias a su esfuerzo, forma parte del horizonte deportivo del país.