David Alonso lo dijo expresamente, esta edición del BCF tenía un objetivo “plus”, desestigmatizar los mitos que rodean a las mulas para cambiar la perspectiva y cultura que las rodea. Es por ello que se vivió una serie de eventos donde las mulas eran las protagonistas: la Muleada, Carrera de Mulas, Supermulas, Mule Power y el estelar: Desafío de Mulas.
Hoy hablaremos de este último, ya que no existe otro campeonato de domadores de mulas que sea de carácter internacional.
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Como su nombre lo dice, se trató de desafiar a jinetes internacionales para que domaran, basados en la comunicación, paciencia y confianza, a unas mulas “brutas”. Desde Argentina, Colombia, Guatemala, Brasil y, por supuesto, México, siete jinetes se embarcaron en la aventura para culminar sus cinco días de trabajo.
Joan Anton Vendrell, un reconocido domador, originario de Barcelona y con más de 35 años de experiencia, fue juez de primera mano, por lo que se encargó de evaluar a cada uno de los vaqueros, así como sus técnicas, sus acercamientos y todo aquello que los encaminara a su objetivo final.
A la francesa Lucia Fournier, representante de Argentina; a Mariano Isarría, también de Argentina; a Flavio Morales, de Colombia; a los mexicanos Javier Arenas, Gamaliel Meza y Octavio Angelares; y a Felipe Velázquez Arriaga, de Colombia, se les entregaron mulas traídas del mismo rancho -uno localizado en Durango- que, a decir de Alonso Alcalá, “tiene muchas hectáreas en las que prácticamente las mulas están sueltas”. Fueron traídas “salvajes” para que en cinco días, en sesiones de una hora y 45 minutos, trabajaran con ellas hasta lograr montarlas.
La prueba de fuego se realizó al tercer día del BCF, al tener que demostrar -en 45 minutos- toda la evolución trabajada.
De los siete jinetes que iniciaron la travesía de domar una mula desde cero solamente hubo tres finalistas: Flavio Morales, Javier Arenas y Lucía Fournier.
El tercer lugar fue para Lucha Fournier, el segundo puesto se quedó con Javier Arenas, el mexicano que además forma parte de Brío Natural. Y el primerísimo lugar, que viajará hasta Guatemala junto con una montura por haber sido el campeón, fue Flavio Morales.
”Fue una decisión muy difícil, pero al final solo fue por suma de puntos. Cualquiera pudo haber ganado, las diferencias eran mínimas”, confesó Joan Vendrell,
El nivel de dificultad fue completamente diferente en esta ocasión, ya que se encontraban frente a una multitud que hizo su mejor esfuerzo por permanecer en silencio y poder presenciar cada uno de los movimientos. Todo un escenario desconocido para las bestias.
Aunque la idea inicial era empezar con un “borrón y cuenta nueva” para la Gran Final del Desafío de Mulas, ni Joan ni David pudieron dejar pasar el trabajo realizado en los días previos, por lo que decidieron cambiar la dinámica como jueces y elegir al ganador por la vía matemática.
”Fue una decisión muy difícil, pero al final solo fue por suma de puntos. Cualquiera pudo haber ganado, las diferencias eran mínimas”, confesó Joan Vendrell, quien además les recordó que lo importante de esa competencia es la experiencia adquirida, el compañerismo y los aprendizajes “no lo vean como una competencia, esto es una experiencia donde compartimos lo que sabemos”.
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Durante la ceremonia de clausura del festival, se revelaron los puestos: el tercer lugar fue para una de las favoritas que, durante la fogata country (dos días antes) se echó “un gallito” para cantar de manera acústica algunas canciones de su natal Francia: Lucha Fournier.
El segundo puesto se quedó con Javier Arenas, el mexicano que además forma parte del equipo de trabajo de David Alonso, en Brío Natural. Y, el primerísimo lugar, viajará hasta Guatemala -junto con una montura por haber sido el campeón- en las manos de Flavio Morales.
En el foro “Doma de Mulas”, realizado un día antes de la gran final, David Alonso, Joan Vendrell y Javier Dueñez Álvarez, compartieron conocimientos y experiencias en compañía de todos los vaqueros participantes. Ninguno de ellos dudó en expresar su agradecimiento por la oportunidad e invitación a formar parte de lo que calificaron como “una experiencia única”.
En ese mismo lugar, David Alonso, posó sobre la mesa sus ilusiones de que el siguiente año esta competencia vuelva a lograrse
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