Nuestros expertos: De la domesticación del caballo al campo de batalla

POR MVZ ALAIN LEWIS

Investigador y escritor dedicado al estudio, la crianza y la preservación de caballos.

Sería difícil imaginar la Revolución Mexicana sin sus incontables caballos, esos nobles servidores de la humanidad que se vieron arrastrados a uno más de los múltiples conflictos históricos en los que no pidieron estar, y más sin embargo estuvieron incondicionalmente al lado del hombre, muchas veces pagando con su vida sus servicios.

¿Pero cómo fue que un animal herbívoro que evolucionó para escapar velozmente de sus depredadores, terminó metido en la violencia humana?

Las primeras interacciones entre caballos y humanos fueron como presa y cazador, faltaba mucho para que un hombre soñara con montar a caballo.

De todas las especies animales sólo se eligieron unas cuantas, debido a que no cualquier animal puede volverse doméstico; entre otras cosas, es necesario que tenga una jerarquía y vida social (manada), que sea dócil, su alimentación no debe competir con los recursos humanos ni debe ver a los humanos como posible alimento, su reproducción debe ser rápida y fácil, debe de satisfacer necesidades cotidianas como proveer alimento, vestido, vivienda, protección, trabajo, etcétera.

Hace unos 5,000 años, en las estepas del Cáucaso, los primeros caballos domésticos eran pequeños para ser montados, y es muy posible que en su inicio como animales de carga o transporte fueran usados originalmente jalando carros, trabajo que los asnos hicieron primero, aunque el caballo por su mayor velocidad los terminaría reemplazando.

Su inicio como caballería militar fue tirando carros de guerra, que eran veloces plataformas móviles guiadas por un conductor, desde la que los arqueros, teniendo las manos libres, podían disparar a tropas enemigas mientras se mantenían a una distancia segura.

Los soldados a caballo tardarían mucho en aparecer, la transición de conductor de carros a jinete fue posible hace unos 2,500 años, gracias a un invento indio o chino que lo hizo posible: los estribos, que le permitieron a un hombre tener mucho más equilibrio y fuerza en el lomo de un caballo, originalmente fueron ojales de cuerda o cuero para meter los dedos del pie; los estribos de hueso, madera o metal para el pie completo surgieron posteriormente; su uso se expandió hacia el oeste gracias a los jinetes árabes y persas, a Europa llegaron entre los siglos 7 y 9 después de Cristo, mediante los ávaros y otros pueblos que tenían contacto con el imperio bizantino, ocasionando una revolución militar ya que permitieron el surgimiento de la caballería pesada (hombres y caballos usando armaduras), lo que cambió la manera de hacer la guerra, convirtiendo a la caballería en base fundamental de cualquier ejército hasta el siglo 20.

Con la llegada desde China de la pólvora, las armas de fuego dejaron obsoletas a las armaduras, que perdieron su capacidad protectora volviéndose inútiles, por lo que la caballería pesada fue reemplazada por caballería ligera, cuya movilidad y tácticas de ataque rápido siguieron dando la ventaja a los ejércitos que contaban con ella en el siglo pasado, y todavía en el año 2001 las fuerzas especiales de los EU usaron caballos locales en Afganistán como medio de transporte.

Aunque el caballo ya no ocupe el lugar principal en las filas de un ejército y su lugar esté en el trabajo de campo, deportes y la recreación, nunca se podrá prescindir totalmente de ellos y, muy probablemente, en el libro del servicio militar del caballo las últimas páginas todavía están por llenarse.