La Maldita Stampida, los rockteños de corazón saltillense
Conoce a la agrupación pionera en la región de fusionar música Country, Texano y Rock, creando el ‘Rockteño’, una innovación que evoluciona el sonido e impulsa su proyecto
La historia de Stampida se remonta a 15 años en el pasado, cuando Rob de León -vocalista y compositor- inició el viaje en un proyecto con su banda de aquel entonces, Red Neck, donde se presentó una oportunidad que no podía dejar pasar: ser la banda oficial de un circuito nacional de rodeo, llamado nada más y nada menos que Estampida, fue así como nació la primera generación.
Año tras año, la agrupación ha ido cambiando en cuanto a su alineación, lo que llevó a Rob a tomar la decisión de agregar también al nombre de “Colectivo Norteño”, para darle su lugar a todos quienes han formado parte de la inmensa familia.
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LA HERMANDAD DE LA ‘MALDITA STAMPIDA’
Actualmente, son cinco los miembros que forman parte de La Maldita Stampida: Alberto Martínez, Ever Salangel, Juan José Argüello, Christian Perales y, por supuesto, Rob de León.
Cada uno de ellos tiene su función esencial en cuanto a contribuciones del grupo, así como sus cualidades, sueños, habilidades y metas.
LA BATERÍA DE CONFIANZA
Alberto Martínez, de 30 años, es originario de Saltillo y se encarga de poner el “picor” a las melodías y composiciones, pues, es el baterista de Stampida.
Es el integrante que menos tiempo tiene en la agrupación (ocho meses), y aunque lleva poco, la confianza del resto de los “hermanos” se la ganó desde antes, gracias a que les ayudaba con los eventos en los que su baterista oficial no podía presentarse.
Para el ingeniero industrial, la música siempre fue una constante en su vida, pese a que nunca pensó estar tan involucrado en ella. Hoy en día, asegura que es su más grande pasión, además de su familia, su esposa y sus hijos.
Todo lo que sabe de su instrumento, se lo debe a su ídolo Mario Padilla, el baterista de Grupo Pesado, su banda favorita junto a Intocable.
Su género favorito es el Norteño y el Texano, por lo que estar en la banda es para él un lugar en el que se siente como pez en el agua.
Alberto describe que uno de sus momentos favoritos es el de pisar grandes escenarios y disfrutar de la energía que se crea tanto arriba de la tarima con sus compañeros como con el público. Su meta es crecer juntos como grupo.
COFUNDADOR, SEGUNDA VOZ Y BAJISTA
Ever Salangel, es otra de las piezas fundamentales del equipo. Su amistad de años con Rob de León, le permitió ser parte de la generación inicial de la banda luego de que participaran juntos en un proyecto llamado Indiana Rockteño, donde comenzaron a experimentar con la mezcla del rock y la música regional mexicana, convirtiéndose en los pioneros en la localidad, título que lo llena de orgullo y que además le da mucho gusto porque “es lo que más nos gusta y a parte nos pagan por ello”, afirma.
Su experiencia como músico la creó con el paso de los años a través de trabajos en programas de Televisa San Ángel, Multimedios Televisión y Televisa Monterrey. Formalmente llegó a la Maldita Stampida y llegó para quedarse.
La dualidad del rockteño Ever la expresa a la perfección: su estilo grita “metal” y “rock” por todos lados, con su gran cabellera, sus uñas negras y su ropa de cuero -aunado a que su banda favorita es Metallica- mientras que, por el otro lado, admira a Albert Zamora e Intocable.
Una de las sensaciones que más le gusta vivir con el grupo es cuando la gente los reconoce a dónde quiera que van; les gritan en la calle y la gente se acerca a tomarse fotos con ellos cada que tocan.
EL PERCUSIONISTA QUE NO TIENE MIEDO A ANIMAR
Juan José Argüello llegó a la agrupación hace seis años. Y todo se dio de manera espontánea: “estaba en una tocada viéndolos, cuando me invitaron a aventarme un palomazo y de ahí pa’l real”, contó entusiasmado.
Pese a que su primer contacto con la música fue desde los 13 años de edad junto con su hermano -el bajista de la banda- se separó un tiempo de la música pero finalmente regresó a los escenarios con Stampida.
Juan José asegura que le debe mucho a la agrupación, pues, además de brindarle una familia que no es de sangre pero que considera como sus hermanos, logró perder el miedo de hablar frente a un micrófono y no sólo eso, convertirse en el animador.
“Cada experiencia y cada escenario que piso, es para mi todo un reto que disfruto hasta que me bajo de él, pero el recuerdo que más atesoro es un concierto en el que tuvimos un lleno total y la gente cantó todas nuestras canciones. Nos tomó por sorpresa saber que en realidad eran fanáticos de nosotros”, recordó.
Sus ídolos son Sergio Cerna de Intocable y Jorge Torres de Signo, sus bandas favoritas.
EL ÍMPETU DE STAMPIDA
Christian Perales, de 23 años, no sólo es un abogado que ejerce como tal, es también el acordeonista de este colectivo norteño que empezó hace un año su camino con ellos.
Para Chris, formar parte de una agrupación de renombre en toda la Región Sureste del Estado, tal como lo es La Maldita Stampida, se traduce en un gran honor, por lo que nunca ha aflojado el ritmo ni piensa hacerlo, tal y como sus hermanos.
El acordeonista que tiene como ídolos a Albert Zamora y a Sonny Sauceda recordó que cuando era un niño, tenía el sueño de ser músico; uno que quería cumplir pero que en aquel entonces no sabía si lo lograría.
Fue hasta la prepa en la que lo tomó con seriedad, y paradójicamente lo hizo después de haber reprobado una materia, su mamá le propuso un trato: “si pasas la materia, te meto a clases de acordeón” y de ahí “pa’l real”, expresó.
Su aspiración más grande es seguir creciendo, ya que una de las cosas que más ha aprendido es que nunca se deja de adquirir conocimiento tanto para la vida como para la música, experiencias buenas y malas que lo han formado en ser, quien es hoy.
REDOBLE DE TAMBORES: EL FUNDADOR, VOCALISTA Y COMPOSITOR
Originario de Monterrey, Nuevo León, pero coahuilense por convicción, Rob de León tiene toda una vida dedicada a la Maldita Stampida y no piensa parar.
El apasionado de la Trova, comparte con el mundo su vulnerabilidad, su honestidad y transparencia, es prácticamente un libro abierto a la hora de componer. En las hojas que posteriormente se transforman en canciones, él escribe sus sentimientos, vivencias y experiencias, así como temas sociales.
Esta práctica nació en su juventud, desde entonces no encontraba una manera de hablar con alguien y contarle lo que le pasaba. La mejor manera que encontró para desahogarse fue justo esa: en tinta y papel.
Ahora, esa práctica tan desarrollada, la comparte con sus hermanos y son ellos quienes le ayudan a darle vida al estilo Rockteño que ha sido muy bien recibido en la ciudad, un logro que para Rob significa demasiado.
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”Siempre he dicho, si le gustas a la gente de Saltillo, le gustas a la de todos lados; ha sido una prueba muy difícil pero nos han aceptado y recibido muy bien”.
En 15 años de historia es muy difícil escoger un solo momento que lo haya hecho sentir orgulloso, pero, sin embargo, existe uno que seguramente tendrá en su memoria para siempre: cuando fueron teloneros de Bobby Pulido, David Olivares y Kumbia Kings en un festival texano.
En aquel momento, además de que la gente los recibió y aplaudió por todo lo alto, los grandes artistas los apadrinaron y los abrazaron reconociendo su talento.
COLECTIVO NORTEÑO STAMPIDA
La vulnerabilidad y transparencia de Rob, el estilo y el oído de Ever, la energía y el ímpetu de Christian, los ánimos y la confianza de Juan José, el humor y la calidez de Alberto, le dan ese toque especial a La Maldita Stampida. Los hacen ser quienes son: una familia que vive de lo que ama y se apasiona por lograrlo.
Ninguno tiene nada malo que decir del otro, al contrario, reconocerse como “hermanos” y ser tan unidos es lo que les ha permitido convertir a la Maldita Stampida en su segunda casa y es que como afirman, pasan más tiempo con ellos que con sus familias fuera del escenario.
”Son mis hermanos. Siempre estamos juntos, nos divertimos demasiado haciendo música; nos peleamos a veces, porque es como una familia, pero siempre estamos muy unidos. Nos conocemos muy bien, somos muy empáticos y compasivos”, dijo Rob en un mensaje para sus “compas”.
El futuro sigue siendo prometedor para el grupo, pues viene un proyecto importante que grabarán este año, al trabajar con un gran compositor que ha escrito canciones tan emblemáticas de Intocable como “¿Y Todo Para Qué?”, “Eres mi Droga” y “El Amigo que se Fue”; el plan es grabar cinco temas en Monterrey para posteriormente dar pie a una promoción alrededor de todo el país, informó Rob.
“El deseo de todo el grupo, es que se den un clavado por nuestras rolas, que las escuchen y se tomen el tiempo de digerirlas con una buena copa de vino o cerveza, nos conozcan y nos apoyen. Nuestras canciones están escritas con el corazón y las interpretamos con el alma, lo que nos convierte en un arte que no es desechable y que deja un impacto bueno en la sociedad y las personas, justo lo que el mundo necesita”, concluyó Rob.