Ganadería regenerativa: Por el futuro del suelo y el ganado en México

Pese a que la ganadería en México es vital para el sustento de la población, en las últimas décadas es un sector que enfrenta importantes desafíos, entre ellos la sobreexplotación de la tierra, la sequía y el cambio climático.

Los esfuerzos por lograr la sustentabilidad han requerido la puesta en marcha de estrategias que ofrezcan una opción viable para que la tierra siga siendo una fuente de alimento para la población así como para el ganado.

Como una alternativa para regenerar la fertilidad de los suelos y regresar la rentabilidad a los ranchos y la ganadería, desde hace más de 15 años expertos en la materia han implementado la técnica conocida como ganadería regenerativa.

Tal es el caso del ingeniero Servando Díaz Gómez, originario de Chihuahua y fundador de la asociación Manejo Regenerativo de Ranchos A.C., y de su propia empresa denominada Ganadería Ecológica y Rentable, quien afirma que cuando la ganadería es usada de manera incorrecta se convierte en una amenaza para los pastizales y los ecosistemas.

Pero por el contrario, si se hace un pastoreo correcto y descansos adecuados, el ganado se convierte en el mejor aliado para mejorar la salud de un ecosistema.

Es decir, si se asigna una adecuada cantidad de ganado para pastorear en una determinada cantidad de terreno, los animales dejarán a su paso principalmente estiércol y orines, que aunados a sus pisadas se encargan de preparar el suelo y servir como una especie de abono que mejorará la calidad de esa tierra tanto para el cultivo, como para la futura alimentación de esos mismos animales.

“En una entidad de pastoreo puede haber 500 vacas por hectárea para lograr ese alto impacto animal en el terreno y le vamos a dar descanso mínimo de un año, pero lo ideal serían dos años”, explica Díaz Gómez, en entrevista para RODEO CAPITAL.

A este proceso también se le llama pastoreo intensivo no selectivo de alta densidad, porque se mete el ganado en un área pequeña y se tiene que comer todo el pastizal que hay en esa zona para poder cambiarlo a otro lugar.

A medida que se aumenta la cantidad de ganado para pastorear una zona, se eleva también la calidad de esa tierra y el resultado es una alta oportunidad de que haya mejores cultivos y mejore su producción de alimento para los animales.

DE ÁFRICA A MÉXICO

Este conocimiento de la ganadería regenerativa, Díaz Gómez lo aprendió de Johann Zietsman, autor del libro “Hombre, ganado y pastizal”, quien en 2014 y 2015 estuvo en Chihuahua para impartir un curso sobre esta técnica que desarrolló en África.

A base de observación en los parques nacionales de aquel país, Ziestsman se dio cuenta de que para no ser devoradas por depredadores, las manadas se mantenían juntas e iban haciendo una rotación en su pastoreo.

De esta manera notó que los animales comían en una zona y después de un año o año y medio regresaban a comer al mismo lugar porque esas áreas habían producido mucho forraje gracias a que la manada había servido como herramienta para mejorar el pastizal.

Al implementar esta técnica en México se han logrado estos beneficios en ranchos de Coahuila, Chihuahua, Nuevo León, Durango, Tamaulipas, Veracruz y Chiapas, pero también ha llegado a países como España, Brasil y Argentina.

LOS DESAFÍOS

Aunque la ganadería regenerativa es una buena opción para recuperar la salud de los ecosistemas y hacer suelos más productivos, desafortunadamente aún hay falta de conocimiento de la técnica, pues no se ha logrado difundirla, por ejemplo, en las universidades.

“Hemos sido malos para difundir el tema de la ganadería regenerativa y pues el conocimiento no llega a la gente”, afirma.

“Lo más valioso que tenemos es nuestro rancho y la cantidad de pastura que ese rancho pueda producir, porque de eso depende la cantidad de vacas que podamos tener, y por eso es muy importante practicar la ganadería regenerativa”.

Díaz Gómez considera que ante la alta sobreexplotación del suelo, es tiempo de que este tema se lleve a nivel legislativo para promover el uso responsable de la tierra, porque el sobrepastoreo la está erosionando.

“Falta ese eslabón muy importante del gobierno federal, estatal y municipal, así como de las asociaciones ganaderas para promover la capacitación de la gente, porque se basan en ganadería muy tradicional que compromete mucho los recursos naturales”, asegura.

Agrega que esta técnica es muy importante porque es la única forma de sanear los ecosistemas degradados, porque el mayor capital que tienen los ganaderos es un suelo fértil que se ha perdido por el sobrepastoreo.

“La ganadería regenerativa nos permite aprovechar el ganado para mejorar el terreno y reactivar la microbiología del suelo, porque el estiércol y la orina de los animales produce suelos más fértiles y que producen más alimento para el ganado”, sostiene.