Brío Country Fest 2025: espectáculos, doma natural y mucha música, todo en el segundo día

A lo largo de todo el sábado los asistentes del festival organizado por el rancho Brío Natural, en Arteaga, estuvieron atentos a cada una de las competencias, exhibiciones y actividades que los mantuvieron al borde de sus asientos
En un lugar donde la fiesta no para y pese al clima frío que aterrizó sobre Saltillo y Arteaga desde la mañana de este sábado, miles de vaqueros y vaqueras dedicaron su tiempo a las actividades programadas para la jornada sabatina que formaron parte del Brío Country Fest 2025, la segunda edición de esta fiesta organizada por el domador equino David Alonso y su familia.

Desde el mediodía se llenaron las gradas que rodean a la arena colocada como uno de los escenarios principales del evento, para presenciar el “Mule Power”, una demostración del poder, la fuerza y la destreza con la que cuentan las mulas, así como sus capacidades y habilidades para vencer a cualquier obstáculo.
El ingeniero David Alonso, en compañía de los jinetes Ángel, Alejandro y Javier, puso sobre la mesa todo lo antes descrito. Un circuito conformado por conos, una llanta y un remolque, fueron las herramientas necesarias para que los mulares dejaran boquiabiertos a los presentes. Como parte de una competencia, los cuatro vaqueros realizaron los ejercicios tratando de consolidar la hazaña en el menor tiempo posible. Al final, el orden de menor a mayor, terminó de la siguiente manera: David Alonso, Javier, Alejandro y Ángel.

Uno de los momentos que acaparó más la atención fue cuando el vaquero Javier Dueñez, quien se desempeñó como locutor, preguntó “¿Cuántas personas se necesitan para mover a una mula?”, y empezaron las apuestas al aire: “¡cinco!”, “¡veinte!”, “¡diez!”. La incertidumbre cesó casi al instante, cuando voluntarios brincaron a la arena para ponerlo a prueba. Primero cinco, luego ocho, luego 10, 11 y 12. Los últimos dos tirones, en los que las personas tenían que hacer que la mula montada por Javier Arenas cruzara la línea marcada como límite al estirar una cuerda fueron los buenos. Así que, sí, se necesitan 11 personas para lograr el cometido. Y como dato curioso, después hicieron la prueba con un caballo y Dueñez preguntó nuevamente “¿Quién ganará?” todos -menos el propio Javier- apostaron, exitosamente, por la mula.

LUSITANOS CAPELLANÍA, UNA EXHIBICIÓN FUERA DE SERIE
El criadero de caballos Pura Sangre -especializado únicamente en equinos lusitanos- llegó con su experiencia de más de 20 años para protagonizar con cuatro de sus jinetes y su administrador, Santiago Gómez, una exhibición de Caballos de Alta Escuela. Desde “pasos de baile”, reverencias, demostración con el uso de garrochas hasta un caballo sin riendas y gimnasia sobre el equino, hicieron brotar todas las emociones en cuestión de minutos.

Sin duda, los aplausos no pudieron ser más, especialmente de un público completamente agradecido y contento con lo que sus ojos estaban viendo.Por segundo año consecutivo, Lusitanos Capellanía hizo su increíble aparición en el Brío Country Fest, por lo que se espera que en ediciones venideras, ellos estén incluidos en la programación.

RANCH ROPING: EQUIPOS Y VAQUEROS HACIENDO DE LAS SUYAS
Otra de las competencias del día, que al mismo tiempo fungieron como exhibiciones, fue la de ranch roping. Suerte en la que tres vaqueros participan para lazar la cabeza, los dos cuartos traseros, para posteriormente derribar al novillo/becerro, recostarlo sobre su lado izquierdo y “marcarlo”. Al momento de colocar el fierro sobre la pierna del animal, el cronómetro se detiene.

Los vaqueros de Brío Natural, en compañía de la hija de David Alonso, Adriana, y algunos de los jinetes que viajaron para el Desafío de Mulas, formaron los equipos que trataron de lograrlo en el menor tiempo posible. En total y mezclándose entre equipos, participaron seis, sin embargo, el tiempo ganador fue de 1 minuto y 15 segundos, logrado por el equipo de Javier, Alejandro y Eduardo.
DESAFÍO DE MULAS: LA GRAN FINAL
De los siete jinetes que iniciaron la travesía de domar una mula desde la comunicación, la confianza y la paciencia -y desde cero- solamente hubo tres finalistas: Flavio Morales, de Guatemala, Javier Arenas de México y la francesa Lucía Fornier, que representa a Argentina. Cabe recordar que todas las mulas fueron traídas del mismo rancho, uno localizado en Durango, que, a decir de David Alonso “tiene muchas hectáreas en las que, prácticamente, las mulas están sueltas”.
Así que fueron traídas “salvajes” para que en cinco días, en sesiones de una hora y 45 minutos, trabajaran con ellas hasta lograr montarlas. La prueba de fuego se realizó hoy, al tener que demostrar en 45 minutos toda la evolución trabajada, solamente que, en esta ocasión, frente a una multitud que, en silencio, presenció cada uno de los movimientos, es decir, un escenario completamente desconocido para las bestias.
QUE SIGA LA FIESTA, LA MÚSICA Y MUCHA CELEBRACIÓN
Después de la actividad deportiva, la atención se posó en el escenario principal, donde Grupo Bysonte entonó los más grandes éxitos del country.

Más tarde, el enérgico “line dancing” puso a todas las almas a bailar, para después, entre la fiesta y la convivencia, continuar el concierto de la mano de Dan Rosales, Cuellos Rojos y el estelar del día, Luk Vegas.
